"La
primera montada se debe hacer con el madrino atravesado por delante,
para limitarle el campo de acción en caso de que se revele.
El
arreglo, como se dice también en el argot del caballo criollo
colombiano, es un arte y casi una ciencia que realizan los chalanes
colombianos, y que demanda como tal, un especial conocimiento en la
materia, mano suave, psicología y grandes dosis de paciencia; pues es la
base fundamental del excelente resultado que se obtiene en el caballo
de silla criollo una vez arreglado. El manejo por la rienda que se
logra, permite obtener lo que se denomina "rienda de pensamiento" , que
rara vez se obtiene con otros sistemas ni en otras razas de caballos de
silla.
Para
que el animal quede bien arreglado, el proceso debe durar por lo mínimo
diez meses. La edad más aconsejable para comenzar es a los dos años y
medio, cuando las estructuras óseas y los tendones, que se encuentran en
formación tengan una mínima consistencia, que no se vea afectada con
los ejercicios y el peso del jinete.
(...)
Lo primero que se hacer es descosquillar al animal, suponiendo que
mínimo sabe cabestrear y que ha tenido algún manejo al torno con la
cuerda, para que ...
(En
este capitulo se hace un detallado recuento del proceso, desde la
primera montada hasta que el potro queda, como se dice en el argot : de
"freno suelto" ).
FORMA CORRECTA DE MONTAR AL ESTILO CRIOLLOCOLOMBIANO
Por Guillermo de Narvaez.
La
razón por la cual se debe llevar el cuerpo ligeramente inclinado hacia
atrás, al montar al estilo de la chalaneria criolla colombiana, no es
solo una cuestión de costumbre, de tradición o de estética. Y contrario a
otros sistemas como el de la equitación “clásica”, obedece a una
condición o característica racial, exclusiva en la raza del caballo
criollo colombiano, que es la que impulsa al caballo, cuando está en
movimiento, a ir siempre con “ímpetu” hacia adelante, ejerciendo a su
vez mayor apoyo (presión) en la rienda, lo cual obliga al jinete, para
mantener el equilibrio, obedeciendo a una elemental ley de la física, a
inclinar también el cuerpo ligeramente hacia atrás contrarrestando
este efecto (Esta característica en la raza del caballo criollo fue
reseñada por primera vez en 1833, por el viajero y diplomático francés
Miguel Cané, a quien le llamó la atención y la dejó plasmada en una de
sus famosas crónicas de viaje, condición, que después de 176 años
todavía se presenta, contrario a otras razas, como una de sus
características esenciales).
Cuando
un jinete se sienta sobre el galápago sosteniendo las riendas en la
mano, sin ningún tipo de presión hacia adelante, quedando sueltas, como
sucede en el estilo ingles y en caballos de otras razas, puede y le es
cómodo, mantener el cuerpo en una posición perfectamente “vertical”;
pero, si le toca "como es nuestro caso", mantener tensión en las riendas
hacia atrás, para sostener el apoyo del caballo, debe asimismo inclinar
unos pocos grados la posición del cuerpo en esta misma dirección, para
que, “cómodamente” puedacontrarrestar este efecto conservando el
equilibrio.
La
leve inclinación del cuerpo hacia atrás, debe ser acorde a la presión o
apoyo que el caballo ejerza por la rienda y que no debe ser excesiva.
Cuando esta es mínima, o el caballo no ejerce apoyo, se le denomina en
el argot criollo `bocadetrapo´ y es considerado como un defecto el
cuerpo del jinete tiende a ir en posición vertical (a la jineta). Lo
natural en la raza es que el caballo se apoye en la rienda, que además
de ser inherente a su temperamento, tiene su fundamento en el “arreglo
de boca”; pues en el arreglo criollo, antes de ponérsele el freno al
caballo se le enseña primero a obedecer por el bozal, comenzando por el
apoyo, de ahí la importancia de no usar bozales de metal, sino de badana
suave y plana por su parte interna.
Consecuente
también con las leyes físicas y acorde a este principio, las piernas
para mantener el balance, tampoco deben caer de forma vertical hacia
abajo, sino que deben quedar levemente adelantadas, siguiendo la
trayectoria del cuerpo y haciendo un correcto apoyo en los estribos, lo
cual ayuda a mantener la comodidad y el equilibrio sobre la montura. Al
estribar, la punta de los pies debe quedar de 3 a 5 cts., más alta que
los tacones, produciendo un adecuado apoyo en la montura y evitando que
el peso del jinete descanse en su totalidad sobre las posaderas, lo cual
evita también que las piernas se “zangoloteen” produciendo estimulo al
caballo. Los estribos deben sostener los pies y no los pies al estribo.
Las
riendas, distintamente al estilo ingles, donde se llevan bajas y
abiertas, en el estilo criollo se deben coger juntas, y esto tampoco
obedece a cuestión de tradición o de estética, pues, contrario a otras
razas, la sensibilidad en la boca del caballo criollo es proverbial, y
cuando este ha tenido un buen arreglo de boca, llaga a adquirir lo que
en la jerga criolla se denomina “rienda de pensamiento”, no siendo
necesario aplicar sino leves indicaciones con esta para dirigir al
caballo. También hay que tener en cuanta que según los cánones de la
chalanería criolla, hasta mediados de 1900 era costumbre llevar las
riendas con una sola mano, para disponer de la otra en función de
cualquier menester.
Las riendas hoy día se deben tomar con las dos manos, juntas y uniéndolas en puente a una altura de diez centímetros por encima del borren del galápago, ni muy largas ni muy cortas, para en caso de necesidad imprevista poder detener al caballo sin perder el equilibrio o simplemente sentarlo de frente desde una posición cómoda y rápidamente. Los principios fundamentales a la forma de montar según los cánones que corresponden a la chalanería criolla colombiana, no tienen como fin principal la elegancia, sino que se fundamentan en la parte practica y funcional, acorde a su vez, a las características particulares inherentes a la raza del CCC, que por antonomasia es de silla (Todos los derechos reservados).
Las riendas hoy día se deben tomar con las dos manos, juntas y uniéndolas en puente a una altura de diez centímetros por encima del borren del galápago, ni muy largas ni muy cortas, para en caso de necesidad imprevista poder detener al caballo sin perder el equilibrio o simplemente sentarlo de frente desde una posición cómoda y rápidamente. Los principios fundamentales a la forma de montar según los cánones que corresponden a la chalanería criolla colombiana, no tienen como fin principal la elegancia, sino que se fundamentan en la parte practica y funcional, acorde a su vez, a las características particulares inherentes a la raza del CCC, que por antonomasia es de silla (Todos los derechos reservados).